10.- Lógica y
gnoseología
10/8/61
La primera lección indicó los respectivos
objetos de la lógica y la teoría del conocimiento, el pensamiento
y el conocimiento, y la íntima relación en que están estos objetos, y
por ello las dos disciplinas.
La lógica no tiene por objeto el pensamiento
en todos sus aspectos, sino exclusivamente en uno. Pero para puntualizar éste,
es indispensable empezar por puntualizar algo más que él solo.
Una expresión como esta
radiodifusora es muy potente -expresa este hecho, singular,
de ser muy potente esta radiodifusora singular que es la
radiodifusora de la Universidad Nacional de México. Este hecho puede llamarse
el objeto de la expresión, es decir, el objeto expresado por
ella. Pero la expresión no expresa su objeto directamente, sino por intermedio
de un pensamiento, que también es expresado por la expresión y
que piensa, o con el que se piensa, el objeto, que resulta así, no sólo el
objeto expresado por la expresión, sino el objeto pensado por o con el
pensamiento.
Hay, pues, que distinguir tres cosas:
la expresión, el pensamiento expresado por ella y el objeto
pensado por o con el pensamiento y por ello expresado por o con la expresión.
Que la expresión se distingue del
pensamiento y del objeto lo prueba el hecho de expresar un mismo
pensamiento y un mismo objeto expresiones tan distintas como la española
esta radiodifusora es muy potente y, por ejemplo, la alemana diese
Rundfunkstation ist sehr mächtig.
Que el pensamiento se distingue de la
expresión lo prueba.
Los pensamientos, localizados, por decirlo
así, entre las expresiones y los objetos, se conciben vulgarmente como fenómenos
psíquicos, como actos de pensar; pero muchos filósofos distinguen
entre los actos de pensar y los pensamientos -pensados en, por, o
con los actos de pensar, en razón de que, por caso, si mis radioescuchas y yo
pensamos en este momento que esta radiodifusora es muy potente, cada uno
de nosotros lo piensa con un acto de pensar suyo, tan individual
como él mismo, mientras que lo pensado, (que) esta radiodifusora es muy potente,
es el mismo pensamiento para todos. Pero esta razón no es en
verdad tan concluyente como parece a primera vista. Para que el pensamiento
fuese distinto de los actos de pensarlo cada uno de nosotros, es indispensable
que fuese el mismo para todos en el sentido de idénticamente el
mismo para todos. Pero es por lo menos dudoso que sea idénticamente el
mismo para todos y no que simplemente tengamos pensamientos iguales...
Sean los pensamientos simplemente actos de
pensar individuales de los distintos sujetos, pero iguales, o unos pensamientos
distintos de los actos de pensar individuales de los sujetos, puede hacerse en
ellos otra distinción.
Expresiones como esta radiodifusora es
muy potente y esta Universidad es muy importante tienen la misma forma,
a diferencia de expresiones como esta radiodifusora no es muy potente
y esta Universidad no es muy importante, que tienen entre sí la
misma forma, otra vez, pero se diferencian por la forma negativa de las
primeras, de forma afirmativa o positiva. Expresiones como
esta radiodifusora es muy potente y esta Universidad es muy
importante, que tienen la misma forma, se diferencian por tenr distintos objetos,
la primera esta radiodifusora y su mucha potencia y la segunda
esta Universidad y su mucha importancia. Estos ejemplos bastarán
para hacer ver y comprender la distinción entre forma y objeto de
las expresiones. Pues la misma distinción puede y debe hacerse en los pensamientos
correspondientes. Los pensamientos expresados por las expresiones esta
radiodifusora es muy potente y esta Universidad es muy importante
son ellos mismos de forma afirmativa o positiva y el objeto del
primero es la mucha potencia de esta radiodifusora, mientras que la del segundo
es la mucha importancia de esta Universidad.
Pues bien, la lógica tiene por objeto la
pura forma de los pensamientos -en cuanto de ella depende la verdad
o falsedad de los pensamientos.
Basta, en efecto, la pura forma de los
pensamientos esta radiodifusora es muy potente y esta
radiodifusora no es muy potente, para afirmar que las dos no pueden
ser verdad, o que si uno de ellos, cualquiera que sea, es verdad, el otro tiene
que ser falso, o que si uno de ellos, cualquiera que sea, es falso, el otro
tiene que ser verdad. Tal afirmación no se funda en los objetos de la
pareja de pensamientos a diferencia de pensamientos de otros objetos,
sino puramente en la forma afirmativa y negativa respectivamente de dos
pensamientos del mismo objeto, cualquiera que sea éste.
Tal es el objeto preciso de la lógica. De su
inmenso desarrollo histórico y actual no le es posible a este curso dar más
idea que la que dará la lección siguiente.
14/8/61
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