martes, 28 de mayo de 2013

Filosofía por Radio XI Por José Gaos

10.- Lógica y gnoseología
                                                      10/8/61
   La primera lección indicó los respectivos objetos de la lógica y la teoría del conocimiento, el pensamiento y el conocimiento, y la íntima relación en que están estos objetos, y por ello las dos disciplinas.
   La lógica no tiene por objeto el pensamiento en todos sus aspectos, sino exclusivamente en uno. Pero para puntualizar éste, es indispensable empezar por puntualizar algo más que él solo.
   Una expresión como esta radiodifusora es muy potente -expresa este hecho, singular, de ser muy potente esta radiodifusora singular que es la radiodifusora de la Universidad Nacional de México. Este hecho puede llamarse el objeto de la expresión, es decir, el objeto expresado por ella. Pero la expresión no expresa su objeto directamente, sino por intermedio de un pensamiento, que también es expresado por la expresión y que piensa, o con el que se piensa, el objeto, que resulta así, no sólo el objeto expresado por la expresión, sino el objeto pensado por o con el pensamiento.
   Hay, pues, que distinguir tres cosas: la expresión, el pensamiento expresado por ella y el objeto pensado por o con el pensamiento y por ello expresado por o con la expresión.
   Que la expresión se distingue del pensamiento y del objeto lo prueba el hecho de expresar un mismo pensamiento y un mismo objeto expresiones tan distintas como la española esta radiodifusora es muy potente y, por ejemplo, la alemana diese Rundfunkstation ist sehr mächtig.
   Que el pensamiento se distingue de la expresión lo prueba.
   Los pensamientos, localizados, por decirlo así, entre las expresiones y los objetos, se conciben vulgarmente como fenómenos psíquicos, como actos de pensar; pero muchos filósofos distinguen entre los actos de pensar y los pensamientos -pensados en, por, o con los actos de pensar, en razón de que, por caso, si mis radioescuchas y yo pensamos en este momento que esta radiodifusora es muy potente, cada uno de nosotros lo piensa con un acto de pensar suyo, tan individual como él mismo, mientras que lo pensado, (que) esta radiodifusora es muy potente, es el mismo pensamiento para todos. Pero esta razón no es en verdad tan concluyente como parece a primera vista. Para que el pensamiento fuese distinto de los actos de pensarlo cada uno de nosotros, es indispensable que fuese el mismo para todos en el sentido de idénticamente el mismo para todos. Pero es por lo menos dudoso que sea idénticamente el mismo para todos y no que simplemente tengamos pensamientos iguales...
   Sean los pensamientos simplemente actos de pensar individuales de los distintos sujetos, pero iguales, o unos pensamientos distintos de los actos de pensar individuales de los sujetos, puede hacerse en ellos otra distinción.
   Expresiones como esta radiodifusora es muy potente y esta Universidad es muy importante tienen la misma forma, a diferencia de expresiones como esta radiodifusora no es muy potente y esta Universidad no es muy importante, que tienen entre sí la misma forma, otra vez, pero se diferencian por la forma negativa de las primeras, de forma afirmativa o positiva. Expresiones como esta radiodifusora es muy potente y esta Universidad es muy importante, que tienen la misma forma, se diferencian por tenr distintos objetos, la primera esta radiodifusora y su mucha potencia y la segunda esta Universidad y su mucha importancia. Estos ejemplos bastarán para hacer ver y comprender la distinción entre forma y objeto de las expresiones. Pues la misma distinción puede y debe hacerse en los pensamientos correspondientes. Los pensamientos expresados por las expresiones esta radiodifusora es muy potente y esta Universidad es muy importante son ellos mismos de forma afirmativa o positiva y el objeto del primero es la mucha potencia de esta radiodifusora, mientras que la del segundo es la mucha importancia de esta Universidad.
   Pues bien, la lógica tiene por objeto la pura forma de los pensamientos -en cuanto de ella depende la verdad o falsedad de los pensamientos.
   Basta, en efecto, la pura forma de los pensamientos esta radiodifusora es muy potente y esta radiodifusora no es muy potente, para afirmar que las dos no pueden ser verdad, o que si uno de ellos, cualquiera que sea, es verdad, el otro tiene que ser falso, o que si uno de ellos, cualquiera que sea, es falso, el otro tiene que ser verdad. Tal afirmación no se funda en los objetos de la pareja de pensamientos a diferencia de pensamientos de otros objetos, sino puramente en la forma afirmativa y negativa respectivamente de dos pensamientos del mismo objeto, cualquiera que sea éste.
   Tal es el objeto preciso de la lógica. De su inmenso desarrollo histórico y actual no le es posible a este curso dar más idea que la que dará la lección siguiente.
                                                   14/8/61






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