Iniciación a la Filosofía
6.- Ontología. Existencia
y ser
Ya vimos cómo el nombre ontología
significa la disciplina que tiene por objeto el ser. Pero esta palabra, ser,
significa, a su vez, muchas cosas.
Originalmente es un verbo, y este verbo
tiene dos significados.
En una frase como el hombre es el animal
racional, el verbo ser significa el ser tal o cual.
Pero en una frase como Dios es, el
verbo ser significa que Dios existe, el verbo ser significa existir.
Una frase como Dios es no es una frase del lenguaje vulgar. Es una frase
del lenguaje filosófico. En el lenguaje vulgar no se dice que Dios es,
sino que Dios existe. Pero esto confirma lo dicho del significado del
verbo ser en una frase como Dios es.
El verbo ser puede sustantivarse
anteponiéndole el artículo y diciendo el ser, y esta frasecilla tiene, a
su vez, varios significados.
En una frase como el ser del hombre es
contingente, la frasecilla el ser significa el existir o la
existencia -del hombre es contingente.
Pero en una frase como el ser del hombre
es la animalidad racional, la misma frasecilla, el ser, significa la
esencia -del hombre es la animalidad racional.
Y en una frase como el ser abarca lo real
y lo ideal la misma frasecilla significa el conjunto de lo
existente -abarca lo real y lo ideal.
Y, en fin, en una frase como el ser se
dice así por la existencia, la frasecilla significa el ente o el
existente, "en general" -se dice así por la existencia.
Con este último significado está muy
relacionado el que en una frase como un ser se dice así por la existencia
tiene la frasecilla un ser: un existente, en general, se
dice así por la existencia.
En cambio, la misma frasecilla, un ser,
tiene en una frase como un ser como el que les habla es un ser humano el
significado de un existente, no en general, sino singularmente
determinado.
Plural de este último significado es el de
la frasecilla los seres en una frase como los seres integran el
universo -o el ser, en el sentido de lo existente: los
existentes integran lo existente.
Si recapitulamos, encontraremos que tenemos
el ser tal o cual,
el existir o la existencia,
la esencia,
lo existente,
el existente, en general,
los existentes singulares y cada uno de
ellos.
Lo mejor sería, pues, distinguir
terminológicamente los distintos significados, no empleando la palabra ser
más que en uno y empleando para los demás sendas palabras distintas de ser.
Los filósofos no lo han hecho ni lo hacen así. Pero este curso va a hacerlo en
adelante. Reservará la palabra ser únicamente para el ser tal o cual,
y empleará los términos los existentes, lo existente, el
existente, la existencia y la esencia en las significaciones
indicadas.
E inmediatamente, para precisar el objeto de
la Ontología. Disciplina que tiene por objeto el ser -¿en cuál o en
cuáles de las significaciones indicadas? ¿En la del conjunto de los existentes
singulares o de lo existente, o en la del existente en general, o en la de la
existencia o la esencia, o en la del ser tal o cual?
Ante todo, en la del existente en general.
Lo que se diga de éste, se dirá de cada uno de los existentes singulares y del
conjunto de todos ellos -que es también un gran existente singular, el
gran existente singular; y del existente en general se dice ante todo, a su
vez, la existencia y la esencia; y con esta última, con la esencia, está
relacionado el ser tal o cual.
No de la sola disciplina que tiene por
objeto el existente en general puede decirse se sintetizaría en la
definición de su objeto. ¿Cuál es, pues, la definición del existente, en
general?
Recordemos que la definición se hace por
el género y la diferencia específica. ¿Cuál es el género del existente?
No lo hay. Hay género del hombre,
porque el animal es en parte el racional o humano y en parte el
irracional. Hay género del animal, porque el viviente es en parte
el animal y en parte el vegetal. Hay género del viviente, porque el existente
natural es en parte el viviente y en parte el inanimado. Pero no hay
género del existente, porque el existente no es en parte tal y
en parte cual, pues el existente es ya -todo.
La consecuencia de no haber género del
existente es no ser éste propiamente definible.
¿Se ha acabado al primer paso la ontología
-o puede ésta seguir marchando?
Puede, renunciando a definir el
existente, y procediendo en dirección inversa: en lugar de marchar de una parte
del género a éste, que es lo imposible cuando se trata de lo que no es parte de
nada por ser el todo mismo, marchar de éste, del todo, a sus partes. No de la
sola disciplina que tiene por objeto el existente puede decirse que se
desarrolla mediante la división de su objeto. ¿Cuáles son, pues, las
partes del existente?
Las partes del animal eran el racional
y el irracional. Las del viviente, el animal y el vegetal.
Las del existente natural, las del viviente y el inanimado.
O, en vez de ascendiendo, descendiendo: el existente natural
se divide en inanimado y viviente; el viviente, en vegetal
y animal; el animal, en irracional y racional. ¿En
qué se divide, análogamente, el existente? Esta pregunta equivale a
preguntar por las clases superiores de una clasificación de los existentes.
Esta, una clasificación de los existentes, parece una tarea bien propia,
exclusiva, de la ontología: puesto que no puede serlo de ninguna otra
disciplina o ciencia, ya que todas las demás disciplinas o ciencias
tienen por objetos sendas clases de existentes. División del género en
especies.
Pero del hombre son partes la animalidad
y la racionalidad; del animal, la vida y la animalidad;
del viviente, la existencia natural y la vida. ¿En qué se
divide, análogamente, el existente? Lo que vimos es que el existente
no puede dividirse análogamente a como se divide el viviente en existencia
natural y vida, el animal en vida y animalidad,
el hombre en animalidad y racionalidad. División de
especies en géneros y diferencias.
Pero el existente se divide en existencia
y esencia. Esta división es, pues, realmente el primer objeto parcial de
la ontología. División de trascendental en cuasisustancia y cuasimodo.
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