Historia de la Filosofía
16.- Panorama de la Filosofía Medieval,
Moderna y Contemporánea
Con el desarrollo histórico del Cristianismo empezó en el seno de éste y
dentro todavía de la edad antigua una polémica con la filosofía antigua y una
utilización de ella adaptada al dogma cristiano por parte de los Padres de
la Iglesia. Así nació la filosofía cristiana, como filosofía patrística,
culminante en San Agustín.
En los primeros siglos de la edad media se conservó mejor o peor la
tradición de la filosofía antigua y patrística en los países de la Cristiandad
y cultivaron la antigua los judíos y los árabes, de quienes la recibieron con
la islámica y la judía los cristianos de los últimos siglos de la edad media.
La filosofía de estos se llama la escolástica o de las escuelas que la cultivaban
y culmina en la escuela franciscana con el monje inglés Duns Escoto,
de quien salió la escuela escotista, y en todas con el italiano Santo
Tomás de Aquino, fundador de la escuela tomista, y con el
franciscano ingles Guillermo de Ocam, máximo representante de una
filosofía llamada nominalismo.
Durante el Renacimiento hubo también una gran efervescencia filosófica
llamada en conjunto filosofía del Renacimiento, pero que no fue sino una
filosofía de transición entre la medieval y la moderna. Simultáneamente hubo en
España un renacimiento paradójico, de la escolástica medieval, que produjo la
tercera de las grandes escuelas filosóficas de la Iglesia católica hasta
nuestros días, la suarista, llamada así por su fundador, el jesuita
granadino Francisco Suárez, de fines del siglo XVI y principios del
XVII.
Fundador de la filosofía moderna se considera al francés Renato
Descartes, que vivió en la primera mitad del siglo XVII. De su filosofía
salieron las de los otros grandes filósofos del siglo XVII: el ingles Hobbes,
el judío holandés de origen portugués-español Spinoza, el francés Malebranche
y el alemán Leibniz.
En los dos primeros tercios del siglo XVIII los más grandes filósofos
fueron sucesivamente los ingleses Locke, Berkeley y Hume.
Desde el último tercio del siglo XVIII pasó lo que puede llamarse la hegemonía
filosófica a los alemanes, con Kant y los tres grandes postkantianos:
Fichte, Schelling y Hegel, con cuya muerte, en 1831, se
considera cerrada la filosofía moderna y hasta la filosofía clásica
toda y abierta la contemporánea.
Esta empezó en o desde Alemania con reacciones contra la filosofía de
Hegel. Una fue la de Schopenhauer que desde la segunda mitad del siglo
pasado se hizo uno de los filósofos más populares internacionalmente. Otra fue
la del danés Kierkegaard, que estudió en Alemania y tuvo nombre entre los
escritores religiosos protestantes hasta que en nuestros días se le reconoció
por fundador de la filosofía llamada el existencialismo. Otra fue la del
materialismo de Feuerbach, de la crítica de la cual sacó Marx el materialismo
histórico que se ha desarrollado en este siglo como materlialismo
dialéctico y filosofía oficial de los países comunistas. De Schopenhauer
partió otro de los filósofos más populares internacionalmente desde fines del
siglo pasado, Nietzsche.
Simultáneamente a las reacciones mencionadas, pero independientemente de
ellas se fundó por Augusto Comte el positivismo que desarrollaron
principalmente en Inglaterra Stuart Mill y Spencer.
La filosofía de nuestro siglo se inició con reacciones contra el
positivismo. La más famosa internacionalmente fué la del filósofo francés Bergson.
En Alemania la fenomenología fundada por Husserl cedió la preeminencia
al existencialismo, representado fundamentalmente por Heidegger y
popular e internacionalmente por Sartre.
Y solas tres filosofías más merecen mención en este panorama de la
historia de la filosofía universal:
el positivismo ha tenido en nuestro siglo, con el neopositivismo,
un renacimiento muy importante;
los Estados Unidos han producido una filosofía considerada como
específica de ellos, pero cuya importancia no estriba únicamente en esto: el pragmatismo;
en España y los países hispanoamericanos ha habido en los últimos
tiempos escritores como los españoles Unamuno y Ortega y Gasset de fama
internacional también como filósofos y como los mexicanos Vasconcelos y Caso,
de fama continental, en espera de la segura internacional.
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