jueves, 20 de junio de 2013

Filosofía Por Radio de José Gaos XVI Historia de la Filosofía I Por José Gaos


15.- Panorama de la Filosofía Antigua

   La filosofía empieza en Grecia, La India y China por el siglo VI antes de Jesucristo, época de cambios históricos profundos en las culturas independientes entre sí de los tres países. De la filosofía griega se originó la de Occidente y la del Cercano Oriente, que evolucionó independientemente de la oriental hasta tiempos muy recientes, por lo que vamos a ocuparnos exclusivamente con la filosofía occidental.
   La filosofía griega no empezó en lo que es actualmente Grecia, sino en las colonias griegas que había entonces en Asia Menor y en la parte sur de Italia llamada Magna Grecia. La filosofía empezó a cultivarse en Atenas siglo y medio después de haber nacido en Asia Menor. El primer filósofo ateniense fue Sócrates del que fue discípulo Platón, del que fue discípulo Aristóteles, los dos filósofos más importantes de Grecia y puede decirse que de todos hasta hoy. Los filósofos anteriores a Sócrates se llaman actualmente justo así: los presocráticos. Los sofistas.
   Platón, que era ateniense, fundó en su ciudad natal un centro de investigación y enseñanza que se llamó la Academia, por estar situado en los jardines del gimnasio dedicado a un héroe llamado Academos. Aristóteles, que era de Macedonia, pero había estudiado y trabajado en la Academia durante casi veinte años, hasta la muerte de Platón, fundó, en la misma forma, unos veinte años más tarde otro centro de la misma clase que se llamó el Liceo, por estar situado en los jardines dedicados a Apolo Liceos. Los nombres propios de la Academia y del Liceo se convirtieron con el tiempo en los nombres comunes y todavía vigentes de instituciones culturales y docentes.
   Poco después de la muerte de Aristóteles, a principios del siglo tercero antes de Jesucristo se fundaron en Atenas otras dos escuelas filosóficas: la de los estoicos, llamada así porque el fundador, de nombre Zenón, enseñaba en una stoá o pórtico, y la de los epicúreos, llamada así por ser su fundador Epicuro, que enseñaba en un jardín cuya propiedad adquirió y que ha recibido históricamente su nombre.
   Las cuatro escuelas filosóficas de Atenas siguieron viviendo hasta más o menos tiempo después de Jesucristo. El cierre de la Escuela de Atenas por excelencia, la Academia, por el emperador Justiniano, a principios del siglo V, se considera como el fin de la filosofía antigua, es decir, antigua y pagana.
   Las filosofías de las cuatro escuelas atenienses se difundieron primero por el mundo helénico y después por el Imperio Romano: se iba a estudiar a Atenas y hubo filósofos de y en otras partes de aquel mundo y de aquel Imperio.
   De la filosofía de la Academia salió la última gran filosofía del mundo antiguo, el neoplatonismo, del que el principal filósofo no fue el fundador, un filósofo oscuro cuyo nombre no merece cargar la memoria de los principiantes en filosofía, sino Plotino, un egipcio de cultura griega que acabó actuando en medio de un círculo aristocrático en Roma en el siglo segundo después de Jesucristo.
   Se distinguen un estoicismo antiguo, otro medio y otro nuevo, aunque todos son antiguos, de los que los únicos filósofos cuyos nombres figuran en la historia universal de la cultura son los tres grandes del nuevo: el hispanorromano Séneca, el esclavo Epicteto y el emperador Marco Aurelio.
   Ni la escuela de Aristóteles ni la epicúrea cuentan con figuras dignas de mención en este curso.
   En cambio, tiene éste que mencionar otras dos filosofías que se difundieron más o menos por los mismos lugares y durante los mismos tiempos que las anteriores: el escepticismo y el eclecticismo. Son dos filosofías cuya formación es muy comprensible después de haberse formado tantas: escéptico es un nombre que quiere decir el que examina cuidadosamente, a saber, las filosofías existentes, y ante su variedad y hasta oposición, se abstenía de juzgar; ecléctico es un nombre que quiere decir el que elige, a saber, lo que le parece verdad en cada una de las filosofías existentes y con ello compone su filosofía. No hubo más escépticos ni eclécticos cuyo nombre pronunciar aquí que uno: el orador, político y polígrafo romano Cicerón puede considerarse por sus escritos filosóficos un representante del eclecticismo.





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