Lo que más detesto del
hombre moderno es su falta de aprecio por la verdad metafísica; del que se deriva
su fatal relativismo ético, su solipsismo (la disolución de una comunidad de fe
trascendente) y la atomización por tanto del sujeto; su inclinación hacia la
ignorancia y su gusto por la vulgaridad; y sobre todo el hábito del secreto
culpable, del que se deriva su fariseísmo cínico, su infantilismo narcisista y la costumbre por la
indistinción.
pues que séntido el filósofo, ahi cuando te animes a dejar la melodramatica adolescencia de tus berrinches metafisicos te invito unos teoreticos tragos
ResponderEliminarno mames, esto es mas cursi que las felicitaciones de ismael el dia de la madre
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