martes, 20 de noviembre de 2012

Alberto Espinosa Simulación y Chantaje




Rasgo característico de nuestro tiempo es la proliferación de simuladores por todas partes quienes, ignorantes de las enseñanzas del divino Platón, se dejan ir por la apariencias más contingentes y superficiales de las cosas, siendo así ellos mismos engañados por las cosas irreales o mudables, quedando a mediano plazo arrojados al abismo de la ambiguedad existencial, atropellados finalmente por las rocas de la irritación y la molestia de quien se encuentra íntimamente erosianado, insatisfecho y disgustado de si mismo. Debido al rango de la filosofía, ser sobre... todo lo demás, y de la cultura, en lo que tiene de refinamiento social, no es de extrtañar que tales sectores de la vida humana se conviertan en botin codiaciado por el simulador. En el primer caso, por no cometer la inmodestia de llamarse a si mismo sabio, el gesticulador se hace pasar por filósofo, sirviendole tal mote de máscara lo mismo al sodomita que al contador público o al sastre, llenando la disciplina de peripecias sin cuento y de inútiles especulaciones políticas, por estar ellas en estecha relación con lo efectivo numérico, con los emolumentos materialistas, con la cifra y con la economía. En el ámbito de la cultura, el fingidor que toma la figura del hombre culto es frecuentemente el simple vividor, el gigoló, el recomendado, el parásito social o el mercenario apátrida, los cuales alcanzan de tal suerte acomodo social mediante la obtención de un título gratuito. En ambos casos prolifera el chantaje de quienes no sabiendo como orientarse en un campo sobre el cual se hacen las más extrañas ideas, recurren a la comoda tarea de recibir comandos de otras potencias determinadas por otros intereses, violentando con ello el clima cultural de una época o de una región, perturbando toda verticalidad de las jerarquías, destruyendo así la tradición, y todo ello al bajo precio de ir adoptando poses de creciente riguides o dogmatismo que resultan cada vez lamentables, pretendiendo así una petulante superioridad que resulta del todo desautorizable.


Alberto Esponosa De Confusiones

De Confusiones
Una lamentable confusión generalizada, hija natural de la corrupción, es creer que la organización criminal del mundo es sistema e incluso el sistema del mundo o la filosofía -de tal modo lo hacen creer a sus prosélitos tanto el nazismo, el socialismo irreal o Wall Streat. Así, muchos al participar de una iglesia, de un culto, de un partido o de la simple ambición de riquezas materiales se ven orillados a hacer lo que no quieren, siguiendo las malas tendencias de su corazón, no haciendo lo que realmente quieren, dirigidos por quienes hacen lo que les viene en gana y ganan siempre para salirse con la suya; o son succionados por esa otra tendencia entrópica que hay en todo la vivo a periclitar, a caducar, a dejar de ser, entrando de tal manera y de lleno en el caos del mundo o en el aborto de ser humano que entraña la pérdida de educación, la proletarización espiritual o el psiquismo de larvas. Séase lo que se quiera, o lo que no se quiera, pero ello no conduce nunca al sistema del mundo, que es la filosofía, porque mundo quiere decir etimológica, originaria, justamente: orden, limpieza, armonía, morada, moral; es decir, apertura y jerarquía ontológica, pero también axiológica.
 
 

viernes, 9 de noviembre de 2012

Alberto Espinosa Orozco Monadología II Historiografía y Pensamiento Latinoamericano



Uno.- La ciencia de la historia, ciencia humana o ciencia del sentido de lo humano, inauguró un géro literario nuevo bajo la forma de las Crónicas de Indias ; género científico-literario que combina la etnografía, los relatos de viajes, la ciencia antropológica y la historiografía –ejemplo supremo: Fray Bernardino de Sahagún, padre de la antropología americana.
Dos.-  La teoría del pensamiento latinoamericano  es en realidad la teoría del pensamiento hispano-americano, tanto por sus afinidades geoculturales como espirituales, así como al dilatado proceso de migración del Viejo Mundo al Nuevo Mundo.
Tres.-  La fidelidad y reivindicación de los valores americanos está así unida inextricablemente a la adhesión a los valores hispanos, centrando sus objetivos en un proyecto educativo idéntico de una sociedad plural y progresista, libre de ataduras imperiales, en un movimiento por actualizar de renovación cultural y revisión crítica. Movimiento espiritual que ha de liberarse de de un pasado imperial y metropolitano, que ha hecho de España una colonia de si misma, sin lograr por su parte Latinoamérica una independencia cabal de las potencias. Tal logro está directamente conectado con la tradición del liberalismo español, y tradición triunfante en la independencia americana y destino hispanoamericano de la republicas futuras.
Tres Bis.- La doctrina de la durangueñeidad no es sino un primer eslabón en esa cadena para el logro de la independencia cultural, enmarcada en el contexto de un provincialismo fecundo, que sin desatender el proceso necesario de modernización  -duranguenseidad-, esté atenta tanto a los peligros que plantea el fin de la historia y las doctrinas totalitarias del neoliberalismo, como a la preservación, conservación, protección, atención y difusión de nuestras más caras tradiciones regionales propias, las cales, a más de preservar una identidad e idiosincrasia nacional,  aseguran el sentido de pertenencia a una región y a una comunidad, posibilitando por tanto su armónico desarrollo.
Cuatro.-  Asumir el destino americano de España y de la América española es la tarea de la filosofía de la historia, que encuentra el poderoso mito de la utopía en las raíces misma de la fundación y desarrollo del Nuevo Mundo. Vocación utopista de la América hispánica que solo puede ser realizada al superar el subjetivismo, y consecuente personalismo, de la época moderna, conectando armónicamente el desarrollo del individualismo a un sensato colectivismo –el cual a su vez sólo podrá dar fruto de fincarse auténticamente en una comunidad de fe trascendente.
Cinco.- La salvación de la cultura patria solo puede lograrse por medio de la cultura, tanto en el estudio de la realidad patria y de sus valores como en el cobrar conciencia filosófica de sí misma y de sus ideales. Tal conciencia se ha ido perfilando en la América Bifronte de Catorell, el la Raza Cósmica de Vasconcelos, en el Pecado Original de América de Maurena, en el Perfil del Hombre y la Cultura en México de Samuel Ramos, hasta llegar a la América Peligra de Salvador Borrego o Apuntes de Cultura Durangueña de Héctor Palencia Alonso.
Seis.- La historia de las ideas del pensamiento hispanoamericano debe seguir un método hermenéutico circular de carácter histórico-filosófico , ejemplificado con excelencia en los libros de José Gaos: Pensamiento de Lengua Española y El Pensamiento Hispanoamericano.
Siete.- La unidad cultural de los países hispanoamericanos solo puede lograrse por medio de una filosofía de los valores comunes y compartidos, siendo su nota fundamental el pensamiento liberal y antiimperialista –siendo el pensamiento materialista y dictatorial un hibrido falsificado, por más que sea antiimperialista en su discurso, al carecer de tradición propia, por lo que deviene en rarefacción hipostática del totalitarismo imperialista y sometido a potencias extranjeras, resultando partidario del pasado colonial y metropolitano.
Ocho.-  La preocupación del pensamiento hispanoamericano por la cultura patria y por la realidad nacional ha tenido por tema recurrente el de la grandeza y decadencia nacional, movimiento cíclico en el que hay que detectar los males por medio de la crítica, evaluar en cada región los males para realizar un diagnóstico y la consecuente terapéutica.
Nueve.- La nota definitoria del pensamiento hispanoamericano, tanto formal como materialmente, a sido la de su preocupación estética, encontrando sus géneros dilectos tanto en formas orales, la conferencia, el discurso, la conmemoración, como en formas escritas breves, como el artículo periodístico, la revista, la crítica literaria y artística, y recientemente en las redes sociales las cuales alcanzan un máximo grado de compresión y síntesis.  En tales fuentes puede verse con toda nitidez el esbozo de sistemas filosóficos y doctrinas donde reinan los ideales y valores estéticos.
Diez.- Dos notas más caracterizan el pensamiento hispanoamericano: su intención política y pedagógica; la una mediante la intervención directa de organizaciones polito-culturales; la otra, en el afán ético de reforma, regeneración y renovación nacional, de reformas constituyentes y independentistas y de reconstrucción en todos los órdenes por medio de la formación de los educadores por medio de temas específicamente bellos y expresados ellos mismos en bellas figuras y formas. 

 Uno de noviembre del dosmildoce. 



Alberto Espinosa Orozco Monadología I Compresión Histórica



Antropología, Cultura y Método Historiográfico

Uno.-  Ningún sistema filosófico es extraño al tiempo –porque aún lo eterno tiene siempre y todo el tiempo historia.
Uno bis.- Aún la verdad absoluta, la verdad teológica, piedra no erosionada e inmune al diente roedor del tiempo, oro que no se degrada ni sufre los efectos de la oxidación, esta sujeto al tiempo, a un tiempo sin fin y sin comienzo, por tanto susceptible a encarnación o a la manifestación temporal del espíritu absoluto  –ejemplo supremo, la Teodicea; ejemplos menores, la obras de are clásicas.
Dos.-  Todos los productos humanos, especialmente sus manifestaciones culturales, juegan sus relaciones entre contenidos marcados  por el tiempo y lugar de su realización y son juzgados siempre desde otra posición con ellos histórica y social, pero sobre todo personal, en términos de mayor o menor distancia a ellos, de adhesión o rechazo a ellos.
Tres.- La comprensión histórica de los productos culturales  debe partir de:
a.- Una Idea del Hombre, a partir de la cual:
b.- Seguir y situar históricamente lo que se quiere comprender;
c.- Estudiándolo no sólo en sí, sino en sus relaciones inmediatas con lo anterior;
d.- Prosiguiendo con el estudio de su evolución interna y propia;
e.- En una comprensión por necesidad de su objeto cíclica o en espirales en torno a o sobre las cosas pasadas;
Todo ello en razón  de la estructura misma de la realidad humana, que es ella misma concreta; es decir, circular en cierto sentido –las revoluciones de cronos, las horas, los días y los años, insertadas en la superposición o imbricación de las generaciones.
Cuatro .-  No sólo respecto del pasado, también de las cosas futuras hay la posibilidad también de una compresión histórica. Tales casos, incoados por el presentimiento, serían los de la expectativa y la previsión, mayúsculamente los de la profecía y la presciencia, culminantes en la teología propiamente dicha.
Cinco.- Cada afirmación o proposición de un autor debe ser entendida y explicada en función de la obra entera del  pensador, pero también de la realidad histórica circundante.
Seis.- Comprender los productos humanos requiere situarlos en la historia, en su tiempo, mirados desde la atura del tiempo presente con un sentido histórico para las cosas de la cultura; por un lado, restableciendo el orden de su producción histórica, por otro lado contrastando tal producción con los productos y manifestaciones culturales de su tiempo, donde deben entrar consideraciones como los del genio nacional.
Siete.- La crítica de las obras del pasado es histórica o realizada por medio de la comprensión histórica, la cual consiste en entrar en una relación personal, consciente y reflexiva, pero también afectiva y práctica, o de compenetración con las cosas o de distanciación y repulsión a éstas, fundada en la relación  histórica de nuestra posición social, personal e histórica con ellas.  Crítica, pues, en el sentido de juicio y de buen juicio, de conciencia y de reflexión sobre la verdad o falsedad de algo.
Ocho.-  Para criticar algo desde el punto de vista de su valor humano, ha de ser primero comprendido en su producción histórica y en su propio sentido, para lo cual es imprescindible situar aquello que se critica; esto es, hay que seguir históricamente aquello que se quiere comprender, tanto en el estudio de sus orígenes como en sus relaciones con lo anterior, siguiendo su evolución interna y propia, sus relaciones con lo concomitante y coetáneo, pero también con lo posterior –o, en conjunto, con lo concreto y circundante. 
Nueve.- La comprensión histórica se inicia siempre desde el presente, y desde la persona que quiere comprender, y a partir del presente de la persona la compresión girando en espirales sobre la cosa pensada o en su torno –en un doble movimiento en realidad elíptico, que va del foco del pasado a comprender al foco del presente por su valor, sentido, servicio o utilidad. Es decir, en un doble movimiento o dirección de lo anterior y posterior hasta el presente –o en segmentos de espiral que va en vai-ven de la cosa pasada a la cosa actual. Circulación elíptica, pues, que es la esencia del comentario histórico y auténtico.  
Diez.- El comentario filológico corresponde a un saber sobre la época correspondiente, siendo diferente del comentario histórico, por intentar éste integrar las obras a todo el saber de la época, en una reconstrucción progresiva de ésta.
Once.- La comprensión cíclica es lo propio de todas las ciencias humanas, o cuyo objeto es humano o histórico –comprendiendo así las ciencias morales y políticas, las letras y la cultura, es decir, las ciencias del espíritu.  La comprensión humana no tiene la articulación rectilínea de las matemáticas, donde cada teorema se comprende por el anterior plena e independientemente de los posteriores, o de los objetos abstractos de lo humano que avanzan en progresión irreversible.
Doce.-No teniendo las ciencias humanas el carácter objetivo y rigurosamente demostrativo de las ciencias axiomáticas. Porque en las ciencias humanas el sentido, en cambio, pertenece a la especie de la orientación, permaneciendo por ello siempre provisional y, por decirlo así, en suspenso,  hasta el final concluyente –a su vez siempre provisional.
Trece.- Cuanto menos abstracto un objeto, cuanto más concreto con la realidad humana toda –individuo-sociedad-época-, tanto más forzoso  girar en torno a él para avanzar en su comprensión, pues las cosas humanas se llegan a comprender a fuerza de darles vueltas.
Catorce.- La comprensión histórica esta sujeta a un proceso progresivo – es ella misma histórica y tiene historia.
Quince.- El estudio de un sector de la cultura tiene asimismo una estructura circular, siendo la vuelta del todo en torno un círculo de círculos –por lo que la ciencia histórica no puede sino integrarse de trabajos parciales.
Dieciséis.-  El punto de partida de la cíclica comprensión histórica es siempre subjetivo: el presente del historiador. Su sentido objetivo es el de la lectura en orden sucesivo y cronológico de las obras de un autor –en un trabajo circular a su vez, que va de una progresión de lo anterior a lo posterior y a la inversa, represando de lo posterior a lo anterior.
Diecisiete.- Lo humano se presenta así sujeto al juicio de la historia –tomando en cuenta que la cosas humanas, al enfrentar visiones del mundo irreductibles e irreconciliables, se encuentran entregadas a la disputa entre los hombres.

Ver José Gaos, Tomo IV de O.C.

Treinta de octubre del dosmildoce. 



Monadología Las Posiciones Por Alberto Espinosa Orozco


A La izquierda se desnaturaliza y petrifica al reclamar el monopolio de las reivindicaciones, volviéndose totalitaria al desconocer la instancia de lo social o al barrer toda resistencia.

B Si la izquierda reivindica sólo el progreso, entonces no se diferencia de la derecha; si se vuelve monopólica e intolerante entonces no puede diferenciarse del fascismo.

C Si la izquierda reivindica sólo la inmanencia, no puede entonces distinguirse del existencialismo que se agota en los intereses materiales individuales, siendo propenso a negar toda esencia, ni pueden sus cuadros diferenciarse de una banda de forajidos.

D La izquierda auténtica es la que reivindica por tanto alguna idea del hombre o algún ideal trascendente, en la historia o metafísico: ya sea el ideal republicano de la nación, la justicia o el amor de la caridad cristiana, en una filosofía práctica.

E La derecha cae en la tentación totalitaria cuando ingurgita totalmente a los representantes de la izquierda en un diestro compadrazgo de siniestros.

F La idea, los ideales de la izquierda pueden ser, aunque la izquierda no sea; pero la izquierda no puede ser sin los ideales, sin las ideas.

G La esencia de la izquierda está en la reivindicación de causas oprimidas, ocultadas o atropelladlas, y en la resistencia frente al poder en el recuerdo, la desocultacion o protección de aquello atropellado, motivado por un ideal de justicia y liberación.

H Ideal de la derecha es no sólo la conservación de verdades instituidas, sino en su extremo la reabsorción de todo el sentido de lo social en sus instituciones, para levantar por convención un sentido cerrado de la historia.

H bis "No hay más ruta que la nuestra", es una pésima idea dicha desde la izquierda, por cargada a la ultraderecha, pues ningún grupo o partido puede reivindicarlo todo, sino sólo la sociedad entera en su conjunto -y sólo a través de sus individuos.

I Por su parte la izquierda se pasa de tueste o cuándo quiere reivindicar lo que es ilegítimo o cuándo intenta vindicar la libertad descendente; los privilegios leoninos de líderes sindicales o los comportamientos que desnaturalizan la esencia humana.

I bis En su extremo, la izquierda se extraviado por completo cuándo se postula como iglesia atea del estado y/o adopta posiciones de inquisición, minando con ello la tradición y la raíz misma de lo social.

J Contra las ideologías que hacen de dos formulas abstractas religiones de fanatitcos prestos al delirio colectivo, la derecha presume la idea de la pura técnica administrativa de un gobierno sin ideología.

J bis Remedio tan tétrico como el mal de la otra ideología, que tras el velo de un opaco paganismo prepara una sociedad de alienígenas satisfechos, criados en el cínico establo de la predación y la eficacia competitiva.

K Los extremismos de la derecha y de la izquierda coinciden atrás, tras bambalinas, cuándo los conservadores se vuelven tan progresistas que tocan el cabo de los revolucionarios, quienes se vuelven institucionales por mor del progreso que desean conservar.

L La izquierda se desvirtúa cuándo persigue más el poder que la justicia o cuándo actúa motivada por el resentimiento o la violencia.

M La derecha se vulgariza cuándo se aleja de la verdad moral o de la tradición y movida por el apetito del progreso se deja arrastrar por las mecánicas del mercado.

N   Izquierda, derecha son términos relativos a algo: ese algo es el estado -que de cargarse hacia el progreso y el orden esta a la derecha; si a la izquierda cargado hacia la justicia y las reivindicaciones sociales.

O   Institucionalizar las reivindicaciones en el asistencialismo y la justicia en la impunidad o en la jerarquía y revolucionar el progreso en la desigualdad es petrificarse en el centro.

P   La posición de centro puede estar adelante, a la luz pública, cuándo cristaliza en la república -cuando es regresión va atrás y entre bambalinas se identifica con los extremos de izquierda o derecha que se juntan.

Q   No es la costumbre el fundamento del derecho -contra el materialismo histórico y el existencialismo ateo-, sino el camino justo de la idea: la ley ideal que sanciona y endereza las costumbres.

Q bis   Porque en todos los casos es la costumbre la que debe ajustarse a la ley -y no es la ley la que se adapta a la costumbre.

R   La derecha tiene como función garantizar un orden ideal que funda el derecho y la jerarquía; se pervierte cuando petrifica el derecho en el procedimiento o perpetua la jerarquía para instaurar la desigualdad perpetrando la impunidad o/y ejerciendo la injusticia.

S   La izquierda es salvaguarda de la democracia cuando se enfrenta a la jerarquía para corregir el orden mediante la justicia; se pervierte y amenaza a la democracia cuando borra la jerarquía o llama al desorden o a la anarquía o cuando introyecta arbitrariamente un metanivel que perpetua otra desigualdad u otra impunidad en nombre de la libertad.

T   La misión de la izquierda es recuperar el paraíso terrenal; la de la derecha divinizarlo y, sobre  todo, no perderlo.

U Perpetuar una imposibilidad, volver la realidad irrealizable, hacer cargar con alguna impedimenta, todas formas menores de hacer posible lo imposible.

V El estado ateo es dogmatico por necesidad, y al profesar una fe, por mas que negativa, es confesional a la vez que moralmente convencional, cuyos consensos de partido cubriendo sin residuos la opinión publica tienden a sustituir toda filosofía por los usos anecdóticos del periodismo.

W Cuando por oficio la izquierda amenaza sistemáticamente a la democracia, que es hija de la revolución, se desnaturaliza ya identificándose con los mercenarios, ya al buscar el poder absoluto que anula la libertad, la justicia y los derechos humanos.

X El radicalismo de la izquierda es una mascara del fascismo cuando busca perpetuar la impunidad, refuerza la inmutabilidad de los privilegios sometida por la jerarquía del más fuerte, pero también cuando se petrifica en parasita sociedad de rentistas.

Y Todo estado se legitima y adquiere su estabilidad al realizar un ideal de justicia; el ideal democrático es el de realizar una convivencia cada vez más humana, solidaria e igualitaria -educación abierta y no servil-, y a la vez una conciencia cada vez más reflexiva y responsable –justicia sin impunidad, transparencia, rendición de cuentas. La función del buen gobierno es, por lo contrario, favorecer la movilidad social, la libertad ascendente libre de impunidad,, teniendo como misión esencial la justipreciación de valores, la ética de los principios, la creación de oportunidades bien remuneradas y la apertura de espacios para la enseñanza y la educación en todos sus niveles.

Y Bis El gobierno no puede entonces concebirse como una pura administración eficaz, la cual serviría solo para mantener las anquilosadas posiciones de confort reactivas a los nuevos grupos, preservando prebendas injustificadas o monopolios de mercado o perpetuando la locura educativa fundada en la ortodoxia y el dogmatismo del partido centralizado, pues ello al par de malear la conciencia social, fomenta una sociedad jerárquica arbitraria o una casta intocable y privilegiada basada en la irritante desigualdad.

Z Lo humano, esencial contradicción: asunto entregado a la disputa entre los hombres.

Del 5 de octubre a través de su celular al  Martes 29 de octubre a través de su celular





sábado, 29 de septiembre de 2012

Diego y el Ídolo Fabril del Realismo Socialista por Alberto Espinosa

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“El arte no es la armas; el supremo oprobio de este tiempo es haber arrojado la confusión sobre este punto”. Andre Mallraux
Respecto a la estética marxista, que tanto le inquieta al Maestro Mauricio Yen, habría que decir que en su mayor parte fue propaganda, no sólo durante todo el estalinismo, sino también en el cardenismo, arte panfletario, propagandístico y por tanto arte falso. Montoya de la Cruz, aunque se cuece en otro caso, pues le hiso caso a Rivera y se desvió de la bellísima tradición que su padre le había heredado... un arte tradicional, refinado, sublime... corrían otros tiempos sin embargo... Montoya retrato al menos auténticos ideales sociales en los que no me detendré por ahora... Sin embargo, el realismo socialista en arte fue un absoluto fiasco, pero no por ello fue menos vanguardista, y en cierto sentido cuando menos retardó la otra alternativa que despunta en los cuernos de la modernidad: el pitón abstraccionista, que resulta realmente un callejón sin salida... Sin embargo, a favor de Diego Rivera hay que decir cuando menos una cosa: que pintó la obra maestra de este estilo estético, de esa moda pasajera, siendo además de ello su mural más original y sin duda alguna portentoso "El hombre en el cruce de caminos". La pintura merece un comentario detenidísimo, que no tiene cabida en este sitio, pero del que al menos diré lo siguiente: Rivera lo pintó al calor de la ideología en boga en 1933, la ideología socialista marxiana, y discutió por aquel tiempo sobre el sentido de su mural con al menos 20 intelectuales norteamericanos, muchos de ellos de primera fila. El mural es, efectivamente, una maravilla compositiva, a más de las calidades propiamente pictóricos, aunque eclécticas, que Rivera supo sintetizar todas las corrientes vanguardistas plásticas en las que había estado, como el personaje del Churumbel, involucrado. Destacan en la imagen tres figuras de portento y gigantismo: el ídolo de Marx y el ídolo de Nietzsche (un Dionisio griego decapitado) ; en el centro el homo faber, no el obrero precisamente, no el proletario, sino el hombre del poder técnico, que sin embargo sigue siendo un mero operario -y cuyo modelo "ario" fascinó a Diego por ese tiempo en carne y alma, por decirlo así. No0 hubo objeción por la composición del mural, sino por haber insertado la figura de Lenin en él, parangonándolo con Darwin, quien también figura como símbolo de la modernidad triunfante... Sólo hago notar que tras la imagen de Marx desfila un temible ejército de hombres armados y feroces... porque si por algo periclitó el marxismo-leninismo a escala mundial es por haber preferido el odio al amor, por haber incoado en los espíritus la semilla de la aniquilación o cuando menos del dominio, del gobierno del prójimo, en un odio que supera las clases y que hunde sus raíces en la sangre, en la cultura, en toda diferencia por baladí que resulta que divida al hombre de los hombres. Un dato más: el centro operativo de trabajo de Homero Simpson recuerda vivamente al de este arquetipo de la predación y la eficiencia competitiva. Respecto de la obra hay que decir que aún cuando fue destruida, Rivera la repuso inmediatamente después de llegar a México de vuelta, realizada en módulos trasportables, y que se encuentra custodiada en el Palacio de Bellas Artes.