Rasgo característico de nuestro tiempo es la proliferación de simuladores por todas
partes quienes, ignorantes de las enseñanzas del divino Platón, se dejan
ir por la apariencias más contingentes y superficiales
de las cosas, siendo así ellos mismos engañados por las cosas irreales o
mudables, quedando a mediano plazo arrojados al abismo de la ambiguedad
existencial, atropellados finalmente por las rocas de la irritación y
la molestia de quien se encuentra íntimamente erosianado, insatisfecho y
disgustado de si mismo. Debido al rango de la filosofía, ser sobre...
todo lo demás, y de la cultura, en lo que tiene de refinamiento social,
no es de extrtañar que tales sectores de la vida humana se conviertan en
botin codiaciado por el simulador. En el primer caso, por no cometer la
inmodestia de llamarse a si mismo sabio, el gesticulador se hace pasar
por filósofo, sirviendole tal mote de máscara lo mismo al sodomita que al contador público o al sastre, llenando la disciplina de peripecias
sin cuento y de inútiles especulaciones políticas, por estar ellas en
estecha relación con lo efectivo numérico, con los emolumentos materialistas, con la cifra y con la economía. En el
ámbito de la cultura, el fingidor que toma la figura del hombre culto es
frecuentemente el simple vividor, el gigoló, el recomendado, el
parásito social o el mercenario apátrida, los cuales alcanzan de tal
suerte acomodo social mediante la obtención de un título gratuito. En
ambos casos prolifera el chantaje de quienes no sabiendo como orientarse
en un campo sobre el cual se hacen las más extrañas ideas, recurren a
la comoda tarea de recibir comandos de otras potencias determinadas por
otros intereses, violentando con ello el clima cultural de una época o
de una región, perturbando toda verticalidad de las jerarquías,
destruyendo así la tradición, y todo ello al bajo precio de ir adoptando
poses de creciente riguides o dogmatismo que resultan cada vez
lamentables, pretendiendo así una petulante superioridad que resulta del
todo desautorizable.
martes, 20 de noviembre de 2012
Alberto Esponosa De Confusiones
De Confusiones
Una lamentable confusión generalizada, hija natural de la corrupción, es creer que la organización criminal del mundo es sistema e incluso el sistema del mundo o la filosofía -de tal modo lo hacen creer a sus prosélitos tanto el nazismo, el socialismo irreal o Wall Streat. Así, muchos al participar de una iglesia, de un culto, de un partido o de la simple ambición de riquezas materiales se ven orillados a hacer lo que no quieren, siguiendo las malas tendencias de su corazón, no haciendo lo que realmente quieren, dirigidos por quienes hacen lo que les viene en gana y ganan siempre para salirse con la suya; o son succionados por esa otra tendencia entrópica que hay en todo la vivo a periclitar, a caducar, a dejar de ser, entrando de tal manera y de lleno en el caos del mundo o en el aborto de ser humano que entraña la pérdida de educación, la proletarización espiritual o el psiquismo de larvas. Séase lo que se quiera, o lo que no se quiera, pero ello no conduce nunca al sistema del mundo, que es la filosofía, porque mundo quiere decir etimológica, originaria, justamente: orden, limpieza, armonía, morada, moral; es decir, apertura y jerarquía ontológica, pero también axiológica.
Una lamentable confusión generalizada, hija natural de la corrupción, es creer que la organización criminal del mundo es sistema e incluso el sistema del mundo o la filosofía -de tal modo lo hacen creer a sus prosélitos tanto el nazismo, el socialismo irreal o Wall Streat. Así, muchos al participar de una iglesia, de un culto, de un partido o de la simple ambición de riquezas materiales se ven orillados a hacer lo que no quieren, siguiendo las malas tendencias de su corazón, no haciendo lo que realmente quieren, dirigidos por quienes hacen lo que les viene en gana y ganan siempre para salirse con la suya; o son succionados por esa otra tendencia entrópica que hay en todo la vivo a periclitar, a caducar, a dejar de ser, entrando de tal manera y de lleno en el caos del mundo o en el aborto de ser humano que entraña la pérdida de educación, la proletarización espiritual o el psiquismo de larvas. Séase lo que se quiera, o lo que no se quiera, pero ello no conduce nunca al sistema del mundo, que es la filosofía, porque mundo quiere decir etimológica, originaria, justamente: orden, limpieza, armonía, morada, moral; es decir, apertura y jerarquía ontológica, pero también axiológica.
viernes, 9 de noviembre de 2012
Alberto Espinosa Orozco Monadología II Historiografía y Pensamiento Latinoamericano
Uno.- La ciencia de la historia, ciencia humana o ciencia
del sentido de lo humano, inauguró un géro literario nuevo bajo la forma de las
Crónicas
de Indias ; género científico-literario que combina la etnografía, los
relatos de viajes, la ciencia antropológica y la historiografía –ejemplo
supremo: Fray Bernardino de Sahagún, padre de la antropología americana.
Dos.- La teoría del
pensamiento latinoamericano es en
realidad la teoría del pensamiento hispano-americano, tanto por sus afinidades
geoculturales como espirituales, así como al dilatado proceso de migración del
Viejo Mundo al Nuevo Mundo.
Tres.- La fidelidad y
reivindicación de los valores americanos está así unida inextricablemente a la adhesión
a los valores hispanos, centrando sus objetivos en un proyecto educativo
idéntico de una sociedad plural y progresista, libre de ataduras imperiales, en
un movimiento por actualizar de renovación cultural y revisión crítica.
Movimiento espiritual que ha de liberarse de de un pasado imperial y
metropolitano, que ha hecho de España una colonia de si misma, sin lograr por
su parte Latinoamérica una independencia cabal de las potencias. Tal logro está
directamente conectado con la tradición del liberalismo español, y tradición
triunfante en la independencia americana y destino hispanoamericano de la
republicas futuras.
Tres Bis.- La doctrina de la durangueñeidad no es sino un
primer eslabón en esa cadena para el logro de la independencia cultural,
enmarcada en el contexto de un provincialismo fecundo, que sin desatender el
proceso necesario de modernización -duranguenseidad-, esté atenta tanto a los
peligros que plantea el fin de la historia y las doctrinas totalitarias del
neoliberalismo, como a la preservación, conservación, protección, atención y
difusión de nuestras más caras tradiciones regionales propias, las cales, a más
de preservar una identidad e idiosincrasia nacional, aseguran el sentido de pertenencia a una
región y a una comunidad, posibilitando por tanto su armónico desarrollo.
Cuatro.- Asumir el
destino americano de España y de la América española es la tarea de la
filosofía de la historia, que encuentra el poderoso mito de la utopía en las
raíces misma de la fundación y desarrollo del Nuevo Mundo. Vocación utopista de
la América hispánica que solo puede ser realizada al superar el subjetivismo, y
consecuente personalismo, de la época moderna, conectando armónicamente el
desarrollo del individualismo a un sensato colectivismo –el cual a su vez sólo
podrá dar fruto de fincarse auténticamente en una comunidad de fe trascendente.
Cinco.- La salvación de la cultura patria solo puede
lograrse por medio de la cultura, tanto en el estudio de la realidad patria y
de sus valores como en el cobrar conciencia filosófica de sí misma y de sus
ideales. Tal conciencia se ha ido perfilando en la América Bifronte de
Catorell, el la Raza Cósmica de Vasconcelos, en el Pecado Original de América
de Maurena, en el Perfil del Hombre y la Cultura en México de Samuel Ramos,
hasta llegar a la América Peligra de Salvador Borrego o Apuntes de Cultura
Durangueña de Héctor Palencia Alonso.
Seis.- La historia de las ideas del pensamiento
hispanoamericano debe seguir un método hermenéutico circular de carácter
histórico-filosófico , ejemplificado con excelencia en los libros de José Gaos:
Pensamiento de Lengua Española y El Pensamiento Hispanoamericano.
Siete.- La unidad cultural de los países hispanoamericanos
solo puede lograrse por medio de una filosofía de los valores comunes y
compartidos, siendo su nota fundamental el pensamiento liberal y
antiimperialista –siendo el pensamiento materialista y dictatorial un hibrido
falsificado, por más que sea antiimperialista en su discurso, al carecer de
tradición propia, por lo que deviene en rarefacción hipostática del
totalitarismo imperialista y sometido a potencias extranjeras, resultando
partidario del pasado colonial y metropolitano.
Ocho.- La
preocupación del pensamiento hispanoamericano por la cultura patria y por la
realidad nacional ha tenido por tema recurrente el de la grandeza y decadencia
nacional, movimiento cíclico en el que hay que detectar los males por medio de
la crítica, evaluar en cada región los males para realizar un diagnóstico y la
consecuente terapéutica.
Nueve.- La nota definitoria del pensamiento
hispanoamericano, tanto formal como materialmente, a sido la de su preocupación
estética, encontrando sus géneros dilectos tanto en formas orales, la conferencia,
el discurso, la conmemoración, como en formas escritas breves, como el artículo
periodístico, la revista, la crítica literaria y artística, y recientemente en
las redes sociales las cuales alcanzan un máximo grado de compresión y
síntesis. En tales fuentes puede verse
con toda nitidez el esbozo de sistemas filosóficos y doctrinas donde reinan los
ideales y valores estéticos.
Diez.- Dos notas más caracterizan el pensamiento
hispanoamericano: su intención política y pedagógica; la una mediante la intervención
directa de organizaciones polito-culturales; la otra, en el afán ético de
reforma, regeneración y renovación nacional, de reformas constituyentes y
independentistas y de reconstrucción en todos los órdenes por medio de la
formación de los educadores por medio de temas específicamente bellos y
expresados ellos mismos en bellas figuras y formas.
Uno de noviembre del
dosmildoce.
Alberto Espinosa Orozco Monadología I Compresión Histórica
Antropología, Cultura y Método Historiográfico
Uno.- Ningún sistema
filosófico es extraño al tiempo –porque aún lo eterno tiene siempre y todo el
tiempo historia.
Uno bis.- Aún la verdad absoluta, la verdad teológica,
piedra no erosionada e inmune al diente roedor del tiempo, oro que no se
degrada ni sufre los efectos de la oxidación, esta sujeto al tiempo, a un tiempo
sin fin y sin comienzo, por tanto susceptible a encarnación o a la
manifestación temporal del espíritu absoluto –ejemplo supremo, la Teodicea; ejemplos
menores, la obras de are clásicas.
Dos.- Todos los
productos humanos, especialmente sus manifestaciones culturales, juegan sus
relaciones entre contenidos marcados por
el tiempo y lugar de su realización y son juzgados siempre desde otra posición
con ellos histórica y social, pero sobre todo personal, en términos de mayor o
menor distancia a ellos, de adhesión o rechazo a ellos.
Tres.- La comprensión histórica de los productos
culturales debe partir de:
a.- Una Idea del Hombre, a partir de la cual:
b.- Seguir y situar históricamente lo que se quiere
comprender;
c.- Estudiándolo no sólo en sí, sino en sus relaciones
inmediatas con lo anterior;
d.- Prosiguiendo con el estudio de su evolución interna y
propia;
e.- En una comprensión por necesidad de su objeto cíclica o
en espirales en torno a o sobre las cosas pasadas;
Todo ello en razón de
la estructura misma de la realidad humana, que es ella misma concreta; es
decir, circular en cierto sentido –las revoluciones de cronos, las horas, los
días y los años, insertadas en la superposición o imbricación de las
generaciones.
Cuatro .- No sólo
respecto del pasado, también de las cosas futuras hay la posibilidad también de
una compresión histórica. Tales casos, incoados por el presentimiento, serían
los de la expectativa y la previsión, mayúsculamente los de la profecía y la
presciencia, culminantes en la teología propiamente dicha.
Cinco.- Cada afirmación o proposición de un autor debe ser
entendida y explicada en función de la obra entera del pensador, pero también de la realidad
histórica circundante.
Seis.- Comprender los productos humanos requiere situarlos
en la historia, en su tiempo, mirados desde la atura del tiempo presente con un
sentido histórico para las cosas de la cultura; por un lado, restableciendo el
orden de su producción histórica, por otro lado contrastando tal producción con
los productos y manifestaciones culturales de su tiempo, donde deben entrar
consideraciones como los del genio nacional.
Siete.- La crítica de las obras del pasado es histórica o
realizada por medio de la comprensión histórica, la cual consiste en entrar en
una relación personal, consciente y reflexiva, pero también afectiva y
práctica, o de compenetración con las cosas o de distanciación y repulsión a
éstas, fundada en la relación histórica
de nuestra posición social, personal e histórica con ellas. Crítica, pues, en el sentido de juicio y de
buen juicio, de conciencia y de reflexión sobre la verdad o falsedad de algo.
Ocho.- Para criticar
algo desde el punto de vista de su valor humano, ha de ser primero comprendido
en su producción histórica y en su propio sentido, para lo cual es
imprescindible situar aquello que se critica; esto es, hay que seguir
históricamente aquello que se quiere comprender, tanto en el estudio de sus
orígenes como en sus relaciones con lo anterior, siguiendo su evolución interna
y propia, sus relaciones con lo concomitante y coetáneo, pero también con lo
posterior –o, en conjunto, con lo concreto y circundante.
Nueve.- La comprensión histórica se inicia siempre desde el
presente, y desde la persona que quiere comprender, y a partir del presente de
la persona la compresión girando en espirales sobre la cosa pensada o en su
torno –en un doble movimiento en realidad elíptico, que va del foco del pasado
a comprender al foco del presente por su valor, sentido, servicio o utilidad.
Es decir, en un doble movimiento o dirección de lo anterior y posterior hasta
el presente –o en segmentos de espiral que va en vai-ven de la cosa pasada a la
cosa actual. Circulación elíptica, pues, que es la esencia del comentario
histórico y auténtico.
Diez.- El comentario filológico corresponde a un saber sobre
la época correspondiente, siendo diferente del comentario histórico, por
intentar éste integrar las obras a todo el saber de la época, en una
reconstrucción progresiva de ésta.
Once.- La comprensión cíclica es lo propio de todas las
ciencias humanas, o cuyo objeto es humano o histórico –comprendiendo así las
ciencias morales y políticas, las letras y la cultura, es decir, las ciencias
del espíritu. La comprensión humana no
tiene la articulación rectilínea de las matemáticas, donde cada teorema se
comprende por el anterior plena e independientemente de los posteriores, o de
los objetos abstractos de lo humano que avanzan en progresión irreversible.
Doce.-No teniendo las ciencias humanas el carácter objetivo
y rigurosamente demostrativo de las ciencias axiomáticas. Porque en las
ciencias humanas el sentido, en cambio, pertenece a la especie de la
orientación, permaneciendo por ello siempre provisional y, por decirlo así, en
suspenso, hasta el final concluyente –a
su vez siempre provisional.
Trece.- Cuanto menos abstracto un objeto, cuanto más
concreto con la realidad humana toda –individuo-sociedad-época-, tanto más
forzoso girar en torno a él para avanzar
en su comprensión, pues las cosas humanas se llegan a comprender a fuerza de
darles vueltas.
Catorce.- La comprensión histórica esta sujeta a un proceso
progresivo – es ella misma histórica y tiene historia.
Quince.- El estudio de un sector de la cultura tiene
asimismo una estructura circular, siendo la vuelta del todo en torno un círculo
de círculos –por lo que la ciencia histórica no puede sino integrarse de
trabajos parciales.
Dieciséis.- El punto
de partida de la cíclica comprensión histórica es siempre subjetivo: el
presente del historiador. Su sentido objetivo es el de la lectura en orden
sucesivo y cronológico de las obras de un autor –en un trabajo circular a su
vez, que va de una progresión de lo anterior a lo posterior y a la inversa,
represando de lo posterior a lo anterior.
Diecisiete.- Lo humano se presenta así sujeto al juicio de
la historia –tomando en cuenta que la cosas humanas, al enfrentar visiones del
mundo irreductibles e irreconciliables, se encuentran entregadas a la disputa
entre los hombres.
Ver José Gaos, Tomo IV de O.C.
Treinta de octubre del dosmildoce.
Monadología Las Posiciones Por Alberto Espinosa Orozco
A La izquierda se desnaturaliza y
petrifica al reclamar el monopolio de las reivindicaciones, volviéndose
totalitaria al desconocer la instancia de lo social o al barrer toda
resistencia.
B Si la izquierda reivindica sólo el
progreso, entonces no se diferencia de la derecha; si se vuelve monopólica e
intolerante entonces no puede diferenciarse del fascismo.
C Si la izquierda reivindica sólo la
inmanencia, no puede entonces distinguirse del existencialismo que se agota en
los intereses materiales individuales, siendo propenso a negar toda esencia, ni pueden
sus cuadros diferenciarse de una banda de forajidos.
D La izquierda auténtica es la que
reivindica por tanto alguna idea del hombre o algún ideal trascendente, en la
historia o metafísico: ya sea el ideal republicano de la nación, la justicia o
el amor de la caridad cristiana, en una filosofía práctica.
E La derecha cae en la tentación totalitaria
cuando ingurgita totalmente a los representantes de la izquierda en un diestro
compadrazgo de siniestros.
F La idea, los ideales de la izquierda
pueden ser, aunque la izquierda no sea; pero la izquierda no puede ser sin los
ideales, sin las ideas.
G La esencia de la izquierda está en la
reivindicación de causas oprimidas, ocultadas o atropelladlas, y en la
resistencia frente al poder en el recuerdo, la desocultacion o protección de
aquello atropellado, motivado por un ideal de justicia y liberación.
H Ideal de la derecha es no sólo la
conservación de verdades instituidas, sino en su extremo la reabsorción de todo
el sentido de lo social en sus instituciones, para levantar por convención un
sentido cerrado de la historia.
H bis "No hay más ruta que la
nuestra", es una pésima idea dicha desde la izquierda, por cargada a la
ultraderecha, pues ningún grupo o partido puede reivindicarlo todo, sino sólo
la sociedad entera en su conjunto -y sólo a través de sus individuos.
I Por su parte la izquierda se pasa de
tueste o cuándo quiere reivindicar lo que es ilegítimo o cuándo intenta
vindicar la libertad descendente; los privilegios leoninos de líderes
sindicales o los comportamientos que desnaturalizan la esencia humana.
I bis En su extremo, la izquierda se
extraviado por completo cuándo se postula como iglesia atea del estado y/o
adopta posiciones de inquisición, minando con ello la tradición y la raíz misma
de lo social.
J Contra las ideologías que hacen de dos
formulas abstractas religiones de fanatitcos prestos al delirio colectivo, la
derecha presume la idea de la pura técnica administrativa de un gobierno sin
ideología.
J bis Remedio tan tétrico como el mal de
la otra ideología, que tras el velo de un opaco paganismo prepara una sociedad
de alienígenas satisfechos, criados en el cínico establo de la predación y la
eficacia competitiva.
K Los extremismos de la derecha y de la
izquierda coinciden atrás, tras bambalinas, cuándo los conservadores se vuelven
tan progresistas que tocan el cabo de los revolucionarios, quienes se vuelven
institucionales por mor del progreso que desean conservar.
L La izquierda se desvirtúa cuándo
persigue más el poder que la justicia o cuándo actúa motivada por el
resentimiento o la violencia.
M La derecha se vulgariza cuándo se aleja
de la verdad moral o de la tradición y movida por el apetito del progreso se
deja arrastrar por las mecánicas del mercado.
N Izquierda, derecha son términos
relativos a algo: ese algo es el estado -que de cargarse hacia el progreso y el
orden esta a la derecha; si a la izquierda cargado hacia la justicia y las
reivindicaciones sociales.
O Institucionalizar las reivindicaciones
en el asistencialismo y la justicia en la impunidad o en la jerarquía y revolucionar
el progreso en la desigualdad es petrificarse en el centro.
P La posición de centro puede estar
adelante, a la luz pública, cuándo cristaliza en la república -cuando es
regresión va atrás y entre bambalinas se identifica con los extremos de izquierda
o derecha que se juntan.
Q No es la costumbre el fundamento del
derecho -contra el materialismo histórico y el existencialismo ateo-, sino el
camino justo de la idea: la ley ideal que sanciona y endereza las costumbres.
Q bis Porque en todos los casos es la
costumbre la que debe ajustarse a la ley -y no es la ley la que se adapta a la
costumbre.
R La
derecha tiene como función garantizar un orden ideal que funda el derecho y la
jerarquía; se pervierte cuando petrifica el derecho en el procedimiento o
perpetua la jerarquía para instaurar la desigualdad perpetrando la impunidad
o/y ejerciendo la injusticia.
S La
izquierda es salvaguarda de la democracia cuando se enfrenta a la jerarquía
para corregir el orden mediante la justicia; se pervierte y amenaza a la
democracia cuando borra la jerarquía o llama al desorden o a la anarquía o
cuando introyecta arbitrariamente un metanivel que perpetua otra desigualdad u
otra impunidad en nombre de la libertad.
T La
misión de la izquierda es recuperar el paraíso terrenal; la de la derecha
divinizarlo y, sobre todo,
no perderlo.
U Perpetuar una imposibilidad, volver la
realidad irrealizable, hacer cargar con alguna impedimenta, todas formas
menores de hacer posible lo imposible.
V El estado ateo es dogmatico por
necesidad, y al profesar una fe, por mas que negativa, es confesional a la vez
que moralmente convencional, cuyos consensos de partido cubriendo sin residuos
la opinión publica tienden a sustituir toda filosofía por los usos anecdóticos
del periodismo.
W Cuando por oficio la izquierda amenaza
sistemáticamente a la democracia, que es hija de la revolución, se
desnaturaliza ya identificándose con los mercenarios, ya al buscar el poder
absoluto que anula la libertad, la justicia y los derechos humanos.
X El radicalismo de la izquierda es una
mascara del fascismo cuando busca perpetuar la impunidad, refuerza la
inmutabilidad de los privilegios sometida por la jerarquía del más fuerte, pero
también cuando se petrifica en parasita sociedad de rentistas.
Y Todo estado se legitima y adquiere su
estabilidad al realizar un ideal de justicia; el ideal democrático es el de
realizar una convivencia cada vez más humana, solidaria e igualitaria
-educación abierta y no servil-, y a la vez una conciencia cada vez más
reflexiva y responsable –justicia sin impunidad, transparencia, rendición de
cuentas. La función del buen gobierno es, por lo contrario, favorecer la
movilidad social, la libertad ascendente libre de impunidad,, teniendo como
misión esencial la justipreciación de valores, la ética de los principios, la
creación de oportunidades bien remuneradas y la apertura de espacios para la
enseñanza y la educación en todos sus niveles.
Y Bis El gobierno no puede entonces
concebirse como una pura administración eficaz, la cual serviría solo para
mantener las anquilosadas posiciones de confort reactivas a los nuevos grupos,
preservando prebendas injustificadas o monopolios de mercado o perpetuando la
locura educativa fundada en la ortodoxia y el dogmatismo del partido
centralizado, pues ello al par de malear la conciencia social, fomenta una sociedad
jerárquica arbitraria o una casta intocable y privilegiada basada en la
irritante desigualdad.
Z Lo humano, esencial contradicción:
asunto entregado a la disputa entre los hombres.
Del 5
de octubre a través de su celular al Martes 29 de octubre a través de su celular.
sábado, 29 de septiembre de 2012
Diego y el Ídolo Fabril del Realismo Socialista por Alberto Espinosa
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“El arte no es la armas; el supremo oprobio de este tiempo es haber arrojado la confusión sobre este punto”. Andre Mallraux
Respecto a la estética marxista, que tanto le inquieta al Maestro
Mauricio Yen, habría que decir que en su mayor parte fue propaganda, no sólo
durante todo el estalinismo, sino también en el cardenismo, arte panfletario,
propagandístico y por tanto arte falso. Montoya de la Cruz, aunque se cuece en otro caso, pues le hiso caso
a Rivera y se desvió de la bellísima tradición que su padre le había heredado... un arte tradicional, refinado, sublime...
corrían otros tiempos sin embargo... Montoya retrato al menos auténticos
ideales sociales en los que no me detendré por ahora... Sin embargo, el
realismo socialista en arte fue un absoluto
fiasco, pero no por ello fue menos vanguardista, y en cierto sentido cuando
menos retardó la otra alternativa que despunta
en los cuernos de la modernidad: el pitón abstraccionista, que resulta realmente un callejón sin salida... Sin embargo, a favor
de Diego Rivera hay que decir cuando menos una
cosa: que pintó la obra maestra de este estilo estético, de esa moda pasajera,
siendo además de ello su mural más original y sin duda alguna portentoso "El hombre en el cruce de
caminos". La pintura merece un comentario
detenidísimo, que no tiene cabida en este sitio, pero del que al menos diré lo
siguiente: Rivera lo pintó al calor de la ideología en boga en 1933, la
ideología socialista marxiana, y discutió por aquel tiempo sobre el sentido de
su mural con al menos 20 intelectuales norteamericanos, muchos de ellos de primera fila. El mural es,
efectivamente, una maravilla compositiva,
a más de las calidades propiamente pictóricos, aunque
eclécticas, que Rivera supo sintetizar todas las corrientes vanguardistas plásticas en las que había estado, como
el personaje del Churumbel, involucrado. Destacan en la imagen tres figuras de
portento y gigantismo: el ídolo de Marx y el ídolo de Nietzsche (un Dionisio griego decapitado) ; en el centro
el homo faber, no el obrero precisamente, no el proletario, sino el hombre del
poder técnico, que sin embargo sigue siendo un mero
operario -y cuyo modelo "ario"
fascinó a Diego por ese tiempo en carne y alma, por decirlo así. No0 hubo
objeción por la composición del mural, sino por haber insertado la figura de
Lenin en él, parangonándolo con Darwin,
quien también figura como símbolo de la modernidad triunfante... Sólo hago notar que tras la imagen
de Marx desfila un temible ejército de
hombres armados y feroces... porque si por algo periclitó el marxismo-leninismo a escala mundial es por haber preferido el odio al amor,
por haber incoado en los espíritus la semilla de la aniquilación o cuando menos
del dominio, del gobierno del prójimo, en un odio
que supera las clases y que hunde sus
raíces en la sangre, en la cultura, en toda diferencia por baladí que resulta
que divida al hombre de los hombres. Un dato
más: el centro operativo de trabajo de Homero Simpson recuerda vivamente al de
este arquetipo de la predación y la eficiencia competitiva. Respecto de la obra
hay que decir que aún cuando fue destruida, Rivera la repuso inmediatamente
después de llegar a México de vuelta, realizada en módulos trasportables, y que
se encuentra custodiada en el Palacio de Bellas Artes.
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