viernes, 9 de noviembre de 2012

Alberto Espinosa Orozco Monadología II Historiografía y Pensamiento Latinoamericano



Uno.- La ciencia de la historia, ciencia humana o ciencia del sentido de lo humano, inauguró un géro literario nuevo bajo la forma de las Crónicas de Indias ; género científico-literario que combina la etnografía, los relatos de viajes, la ciencia antropológica y la historiografía –ejemplo supremo: Fray Bernardino de Sahagún, padre de la antropología americana.
Dos.-  La teoría del pensamiento latinoamericano  es en realidad la teoría del pensamiento hispano-americano, tanto por sus afinidades geoculturales como espirituales, así como al dilatado proceso de migración del Viejo Mundo al Nuevo Mundo.
Tres.-  La fidelidad y reivindicación de los valores americanos está así unida inextricablemente a la adhesión a los valores hispanos, centrando sus objetivos en un proyecto educativo idéntico de una sociedad plural y progresista, libre de ataduras imperiales, en un movimiento por actualizar de renovación cultural y revisión crítica. Movimiento espiritual que ha de liberarse de de un pasado imperial y metropolitano, que ha hecho de España una colonia de si misma, sin lograr por su parte Latinoamérica una independencia cabal de las potencias. Tal logro está directamente conectado con la tradición del liberalismo español, y tradición triunfante en la independencia americana y destino hispanoamericano de la republicas futuras.
Tres Bis.- La doctrina de la durangueñeidad no es sino un primer eslabón en esa cadena para el logro de la independencia cultural, enmarcada en el contexto de un provincialismo fecundo, que sin desatender el proceso necesario de modernización  -duranguenseidad-, esté atenta tanto a los peligros que plantea el fin de la historia y las doctrinas totalitarias del neoliberalismo, como a la preservación, conservación, protección, atención y difusión de nuestras más caras tradiciones regionales propias, las cales, a más de preservar una identidad e idiosincrasia nacional,  aseguran el sentido de pertenencia a una región y a una comunidad, posibilitando por tanto su armónico desarrollo.
Cuatro.-  Asumir el destino americano de España y de la América española es la tarea de la filosofía de la historia, que encuentra el poderoso mito de la utopía en las raíces misma de la fundación y desarrollo del Nuevo Mundo. Vocación utopista de la América hispánica que solo puede ser realizada al superar el subjetivismo, y consecuente personalismo, de la época moderna, conectando armónicamente el desarrollo del individualismo a un sensato colectivismo –el cual a su vez sólo podrá dar fruto de fincarse auténticamente en una comunidad de fe trascendente.
Cinco.- La salvación de la cultura patria solo puede lograrse por medio de la cultura, tanto en el estudio de la realidad patria y de sus valores como en el cobrar conciencia filosófica de sí misma y de sus ideales. Tal conciencia se ha ido perfilando en la América Bifronte de Catorell, el la Raza Cósmica de Vasconcelos, en el Pecado Original de América de Maurena, en el Perfil del Hombre y la Cultura en México de Samuel Ramos, hasta llegar a la América Peligra de Salvador Borrego o Apuntes de Cultura Durangueña de Héctor Palencia Alonso.
Seis.- La historia de las ideas del pensamiento hispanoamericano debe seguir un método hermenéutico circular de carácter histórico-filosófico , ejemplificado con excelencia en los libros de José Gaos: Pensamiento de Lengua Española y El Pensamiento Hispanoamericano.
Siete.- La unidad cultural de los países hispanoamericanos solo puede lograrse por medio de una filosofía de los valores comunes y compartidos, siendo su nota fundamental el pensamiento liberal y antiimperialista –siendo el pensamiento materialista y dictatorial un hibrido falsificado, por más que sea antiimperialista en su discurso, al carecer de tradición propia, por lo que deviene en rarefacción hipostática del totalitarismo imperialista y sometido a potencias extranjeras, resultando partidario del pasado colonial y metropolitano.
Ocho.-  La preocupación del pensamiento hispanoamericano por la cultura patria y por la realidad nacional ha tenido por tema recurrente el de la grandeza y decadencia nacional, movimiento cíclico en el que hay que detectar los males por medio de la crítica, evaluar en cada región los males para realizar un diagnóstico y la consecuente terapéutica.
Nueve.- La nota definitoria del pensamiento hispanoamericano, tanto formal como materialmente, a sido la de su preocupación estética, encontrando sus géneros dilectos tanto en formas orales, la conferencia, el discurso, la conmemoración, como en formas escritas breves, como el artículo periodístico, la revista, la crítica literaria y artística, y recientemente en las redes sociales las cuales alcanzan un máximo grado de compresión y síntesis.  En tales fuentes puede verse con toda nitidez el esbozo de sistemas filosóficos y doctrinas donde reinan los ideales y valores estéticos.
Diez.- Dos notas más caracterizan el pensamiento hispanoamericano: su intención política y pedagógica; la una mediante la intervención directa de organizaciones polito-culturales; la otra, en el afán ético de reforma, regeneración y renovación nacional, de reformas constituyentes y independentistas y de reconstrucción en todos los órdenes por medio de la formación de los educadores por medio de temas específicamente bellos y expresados ellos mismos en bellas figuras y formas. 

 Uno de noviembre del dosmildoce. 



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