Un
Nuevo Argumento en Pro de la Metafísica
Por
Alberto Espinosa
En su Crítica de la Razón Emanuel Kant nos muestra la imposibilidad
de la Metafísica de entrar por el camino seguro de la ciencia. La razón, en
efecto, resulta impotente para probar la existencia del alma inmortal o la existencia de Dios –aunque
de hecho tradicionalmente la razón filosófica ha aportado históricamente
pruebas en tal sentido, como el argumento ontológico de San Anselmo, o la
prueba climacológica. Para la razón moderna, en cambio, no hay un fundamento
racional, por lo que igual se puede afirmar que somos una invención de Dios o que
Dios es una invención nuestra, por más que tal neutralidad de la razón contraríe
al buen juicio.
Sin embargo, quedan dos argumentos más por
explorar, en una Nueva Crítica de la Razón, para entrar con renovadas armas otra
vez en el combate. El primero de ellos es que al igual que la razón pura, y con
ella la ciencia, tiene que partir de ciertos postulados básicos para poder
constituirse (el principio de identidad, de no contradicción, el tercio
excluso, etc.), la razón práctica hace lo propio con sus postulados, que
serían así los principios axiológicos constitutivos, los cuales serían los
valores, distantes, como galaxias lejanas, a ser realizados, encarnados por la
persona. Entre esos valores se encontraría la justicia, la bondad, la belleza,
acaso la riqueza, la humanidad misma, en el sentido de humanismo; pero todos
ellos penderían como el candelabro de una esfera central: Dios, la categoría
del Ideal, del que emana la inmortalidad del alma humana que participa de la eternidad
divina, de la inmortalidad. No se trataría así de un argumento de petición de
principio, sino de la develación de un principio, de un postulado de la razón práctica, de una
fuente cuyo manantial no se puede demostrar por medio del razonamiento, sino sólo mostrar por medio de la analogia, que por su hondura sólo
se puede mostrar mediante un lenguaje analógico, por señas reiteradas e indicaciones de proporción o semejanza -¿pues quien
puede atrapar con una red el aire o cortar el viento con un cuchillo?
El segundo argumento, menos especioso,
partiría de tales postulados axiológicos de la razón práctica pura, pero da un
pazo antropológico más: porque la razón en su camino va topando con antinomias,
ante las cuales no puede decidir propiamente por razones de la razón pura, sino
propiamente por motivos irracionales del ánimo, por el querer o el deseo del
sujeto filosofante, del filósofo mismo, específicamente por el amor o el odio a
los existentes, particularmente por el amor u odio al propio, a sí mismo, es
decir, por razones impuras de la razón práctica o por motivos; que así juzga
positiva la existencia del alma y su inmortalidad, por el deseo de inmortalidad
del alma propia concebida como bienaventurada, por el amor a otras almas
concebidas de la misma suerte y con las cuales se quisiera convivir eternamente; o que cree en la existencia de Dios, por el
querer que existe un ser de bondad infinita e infinita misericordioso como
Dios, de que exista Dios; o, por las razones, por los motivos mejor sería
decir, contrarios, que repudia la inmortalidad del alma por temor, por estar
motivado el querer del sujeto por su temor a que exista el alma inmortal y sea sujeta a juicio y a condenación eterna en el infierno, por las culpas cometidas en esta vida, haciéndolo concebir el
alma mejor como inexistente o por odio a sí mismo; o paralelamente por no
querer que exista un ser como Dios, que no exista en cifra un más allá donde
exista un Dios que le pida cuentas por acciones en este mundo y lo condene, sin
remisión a las llamas inextinguibles del infierno en sentencia perpetua,
prefiriendo en tal caso mejor la nada, el no ser, la inexistencia tanto de su
alma inmortal como de Dios. Cosa discutible es que si en el aniquilamiento del propio ser, en su hundimiento en la nada, pudiera haber cierto consuelo reparador -ante la terrible desesperación de perdurar en el mal, ante lo cual parecería no muy grave el dejar de existir (posición ya extrema).
Problemas, como se pude a las claras ver, que ya no corresponden a la Metafísica, impotente teológicamente como ciencia, sino a la Antropología Filosófica, en trance de consolidación como disciplina filosófica, científica, principal.
Problemas, como se pude a las claras ver, que ya no corresponden a la Metafísica, impotente teológicamente como ciencia, sino a la Antropología Filosófica, en trance de consolidación como disciplina filosófica, científica, principal.
Considero que el primer argumento lo logra fundamentar lo alcances de la metafísica. Es decir, no se puede comparar los presupuestos de los cuales se basan lo científicos para hacer ciencia con presupuestos metafísicos para la construcción de dicha disciplina, en primer término porque el primero no supone un alcance universal y en cambio los presupuestos metafísicos sí, con lo que no puede conformarse (la metafísica) con decir que sus principios son arbitrarios pero sus relaciones son lógicamente correctas.
ResponderEliminarEl segundo argumento se parece mucho al Dios de los agujeros.
No digo que sean arbitrarios, sino perfectamente motivados; sus signos están perfectamente motivados, como sus principios, por analogía con aquello a lo cual se refieren, a la manera de las metáforas; no buscando así tanto las conexiones normativas que se dan en la ciencia, que busca la ciencia, sino hallando paralelismos y correspondencias coherentes... más que nada por intuición... beniendo de la tradición también, pues no toda analogía es fecunda... pues importan sólo aquellas en donde pueda darse la participación (o la liturgia) con el contenido así representado, por ejemplo encontrar el centro del ser, del alma, aislándose así de las excentridades de la enajenación, de las perturbaciones de la vida meramente psico-mental... como cuando se habla del meollo de una nuez... aunque reconozco que mi argumento adolece de cierta debilidad, que habrá que repensar. para corregir y volverlo más firme... !!!
ResponderEliminarO dicho de otra forma, si "axiomas morales" o valores parecen arbitrarios desde el punto de vista lógico, no lo son desde el punto de vista psicológico...!!!
ResponderEliminar