domingo, 14 de julio de 2013

Francisco de Ibarra. Las Siete Ciudades Por Héctor Palencia Alonso



   Francisco de Ibarra, joven capitán vascongado llamado por el Barón de Humboldt, "El Fénix de los Conquistadores", fundó la ciudad de Durango, diecinueve años después de la infructuosa búsqueda de las legendarias "Siete Ciudades de Cíbola", realizada por el capitán Francisco Vázquez de Coronado quien partió de la Nueva Galicia v llegó hasta el descubrimiento del Gran Cañón de Colorado, en lo que hoy es territorio de los Estados Unidos.
   El relato de las "Siete Ciudades de Cíbola" fue uno de los que más atrajeron a los conquistadores. La expedición de Vázquez de Coronado fue la primera realmente mexicana, con criollos y mestizos, armas hechas en la Nueva España y caballos nacidos en tierras de México. En esta asombrosa y fracasada aventura participaron miles de hombres, con millares de cabezas de ganado y numerosos cañones. Todo terminó en desilusión y Vázquez de Coronado regresó a la capital de la Nueva España, derrotado v pobre.
   No obstante el fracaso de Coronado, el joven Ibarra, después de fundar Durango, prosiguió en la afanosa búsqueda de las "Siete Ciudades de Cíbola", por el camino de Vázquez de Coronado.
   El primero en hablar de las fantásticas "Siete Ciudades" fue el Franciscano Mareos de Niza, dirigente de una expedición que partió de la Villa de San Miguel de Culiacán, el siete" de marzo de 1539. He aquí un fragmento del relato de Marcos de Niza ante el Virrey Antonio de Mendoza"... Solamente vi, desde la baca del abra, siete poblaciones razonables, algo lejos, un valle abajo muy fresco, y de muy buena tierra, de donde salían muchos humos, tuve razón que hay en ella mucho oro y que lo tratan los naturales d ella en vasijas y joyas, para las orejas y paletillas con que raen y quitan el sudor, y que es gente que no consiente que los de esta otra parte de la abra contraten con ellos; no se supieron decir la causa por qué".
   La leyenda de Cíbola es una fantasía que tiene su origen en las novelas de caballerías, cuya lectura tuvo influencia en las aventuras de algunos capitanes españoles, tanto de la; primera conquista de México, como de la segunda. Cabe aclarar que tengo para mí que la segunda conquista de México es precisamente la conquista del norte de la Nueva España, la que comienza con la fundación de la Villa de Durango por Francisco de Ibarra, enviado del Gobernador de la Provincia de la Nueva Vizcaya, a instancias de su tío, Diego de Ibarra, primer Gobernador de Zacatecas y uno de los cuatro fundadores de un estilo de vida deslumbrante conocido con el nombre de "aristocracia de la plata”. El descubrimiento de las ricas minas de plata dé Zacatecas por Juan de Tolosa, casi al tiempo de la muerte España de Hernán Cortés, marca el comienzo de una nueva era de la historia de México que es la visión de las inmensidades del norte.
   Otras leyendas de origen español cuentan la de El Dorado, la de la Fuente de la Eterna Juventud, que las novelas de aventuras fantásticas de caballeros andantes poblaron la; imaginación de los españoles. Hernán Cortés creyó encontrar en lo que hoy es territorio de Baja California, el mítico Reino de la Calafia, de aquí el nombre de California, en el que, según una de esas novelas de caballerías, la bella reina Calafia vivía rodeada de amazonas, mujeres que habían perdido uno de sus senos y poseían excepcional destreza en el manejo del arco. Sabido es que el conquistador Hernán Cortés, quien estuvo algunos meses en la Universidad de Salamanca, era lector de libros de caballerías, entre ellos, del "Amadís de Gaula" y de "Las Sergas de Esplandián", libros que también fueron lecturas del adinerado joven capitán Francisco de Ibarra.
De la fracasada búsqueda de las "Siete ciudades de Cíbola”; puede decirse lo mismo que escribió el conquistador Aguirre: "... muchos han quedado amarillos como el oro que buscaban... la piel amarilla, los ojos amarillos... y el oro... desvanecido... oro hecho sombra y rocío".
   Es importante señalar que buena parte de los relatos españoles eran confirmados e incrementados por los indígenas, que encontraron en la tabulación una forma de resistencia contra los conquistadores, prometiendo poner a su alcance el oro escondido en "El País del más Allá"... además los indígenas también eran de despierta imaginación.
   Fray Marcos de Niza logró hacer creer a los conquistadores que "Cíbola" era la posibilidad de realizar sus anhelos mas acariciados; la fortuna dorada y la emulación de la conquista de Cortés, y con ello, alcanzar la fama. Después de la conquista de Tenochtitlan era verosímil la existencia de un reino tan extraordinario o más que el de los aztecas. Verdad que hasta hoy no se conoce cuál fue la finalidad de
Fray Marcos de Niza al falsear la realidad de lo sucedido en su expedición. Lo cierto es que despertó grandes ambiciones y envió a la ruina a decididos aventureros.
La búsqueda de las "Siete Ciudades de Cíbola" fue la gran empresa fallida de las dos conquistas de México. Las ciudades de oro, maravillosas, son patrimonio del mundo imaginario. En la historia sólo quedan testimonios, escritura decepcionada. Una ficción que originó búsquedas históricas, una de ellas, la del joven fundador de Durango y de otras ciudades del hoy Estado de Sinaloa, don Francisco de Ibarra, joven lleno de ensueño y ambición.
   Las "Siete Ciudades" de la leyenda han sido identificadas como uno de los conjuntos de pueblos de los indios de Nuevo México. Se afirma que todo lo que Marcos de Niza vio de las “Siete Ciudades” fue una visión distante y oscura del pueblo Zuñi llamado Hawikuh.


5 comentarios:

  1. simplemente exelente pero quien eres tu Alberto

    ResponderEliminar
  2. En este caso soy el editor de mi querido maestro HPA, y el editor del blogg...

    ResponderEliminar
  3. imaginemos la verdadera reaccion y lo que realmente pasaba en esos tiempos donde se veia como una verdadera oportunidad de negocio el armar una brigada con hombres caballos reces para su sustento armas para cazar y defenderse no para luchar ni matar por ideales ellos veian no con el objetivo de conquistar para dominar si no de encontrar para tener y hacer negocio a ellos no les importaba para nada dominar si no encontrar oro para realizar y justificar su objetivo inicial de sus antesesores que venia en sus genes de hacerse ricos encontrar el sueño de tantos y tantos hombres oro ese era el verdadero motvo que sin darse cuenta detono una ciudad resultado de una novela asi de sencillo fuimos resultado de un sueño realizado aunque no con resultados efectivos para los fines que el fundador tenia pero el verdadero origen de nuestra ciudad fue la realizacion de una novela llevada literalmente a la realidad con la busqueda de las siete ciudades de Cebola producto de una novela es Verdaderamente imprecionante haber vivido en esa epoca y preguntarle a Francisco de Ibarra cloaro con todo respeto pero con imaginacion actual
    A Ver Francisco de donde sacas que aqui hay oro?
    Mi tio me mando
    cual tio y de donde
    de Zacatecas MI tio Diego
    de la aristocracia de la Plata
    a Si Don Diego de Ibarra mmm pero el como se informo
    pues fuentes informantes me imagino
    mmm y no seria de una novela de cab
    La leyenda de Cíbola es una fantasía que tiene su origen en las novelas de caballerías, cuya lectura tuvo influencia en las aventuras de algunos capitanes españoles, tanto de la; primera conquista de México, como de la segunda. Cabe aclarar que tengo para mí que la segunda conquista de México es precisamente la conquista del norte de la Nueva España, la que comienza con la fundación de la Villa de Durango por Francisco de Ibarra, enviado del Gobernador de la Provincia de la Nueva Vizcaya, a instancias de su tío, Diego de Ibarra, primer Gobernador de Zacatecas y uno de los cuatro fundadores de un estilo de vida deslumbrante conocido con el nombre de "aristocracia de la plata”. El descubrimiento de las ricas minas de plata dé Zacatecas por Juan de Tolosa, casi al tiempo de la muerte España de Hernán Cortés, marca el comienzo de una nueva era de la historia de México que es la visión de las inmensidades del norte.
    Otras leyendas de origen español cuentan la de El Dorado, la de la Fuente de la Eterna Juventud, que las novelas de aventuras fantásticas de caballeros andantes poblaron la; imaginación de los españoles. Hernán Cortés creyó encontrar en lo que hoy es territorio de Baja California, el mítico Reino de la Calafia, de aquí el nombre de California, en el que, según una de esas novelas de caballerías, la bella reina Calafia vivía rodeada de amazonas, mujeres que habían perdido uno de sus senos y poseían excepcional destreza en el manejo del arco. Sabido es que el conquistador Hernán Cortés, quien estuvo algunos meses en la Universidad de Salamanca, era lector de libros de caballerías, entre ellos, del "Amadís de Gaula" y de "Las Sergas de Esplandián", libros que también fueron lecturas del adinerado joven capitán Francisco de Ibarra.

    ResponderEliminar
  4. En este caso un humilde editor de HPA

    ResponderEliminar
  5. Bien dicho, muy bien dicho estimado amigo Anónimo, si. Por mi parte tengo para mí que pudieron tratarse de visiones utópicas, de visiones míticas sin fecha determinable... porque acaso los adelantados fueron realmente eso: se adelantaron viendo en germen lo que sería un mundo futuro, y al que por tanto contribuyeron para forjar como realidades efectivas, tal vez sin saberlo pero no sin quererlo... pues las tierras de ensueño y fantasía, a veces de manera simbólica, otras literal, están de alguna manera en esta tierra que habitamos... por quijotescamente que tal pueda sonar...!!!

    ResponderEliminar